miércoles, 3 de junio de 2015

MÉDICOS RESIDENTES (RESISTENTES)

RESIDENTES (MÉDICOS)

“Curar a veces, aliviar muchas veces y confortar siempre” Hipócrates
Con frecuencia oigo a personas atendidas en el Servicio de Urgencias o en Consulta o en planta que el médico que lo/a atendió era “muy joven” “un residente” añaden a veces. El sentido de incluir ese comentario es consciente o inconscientemente generado por la desconfianza hacia esa persona que por joven no puede tener experiencia y ya se sabe que “la experiencia es un grado”.
Es cierto que un residente de 1er año no tiene experiencia porque lo que conoce de la clínica se reduce a las prácticas a que asiste a lo largo de la carrera, pero pierdan cuidado, a los tres meses el pobre ya ha hecho un curso acelerado en la tumultuosa vida hospitalaria: ya ha visto 500 gargantas, 1000 oídos, auscultado 1000 pulmones y corazones, ha palpado 2000 barrigas, ha hecho tactos rectales, curado heridas, visto cientos de análisis, radiografías, RM y TAC. Ha seguido estudiado varias horas diarias y sigue viendo imágenes y asimilando protocolos hasta caer de culo. Ha hecho entre 15 y 20 guardias (de 24 a 30 horas) y su experiencia es parecida sobre todo en nº de casos graves o complejos a 2 años de experiencia si se estableciera como médico al terminar la carrera. Por poner un ejemplo, si un pediatra de asistencia primaria ha visto una Glucogenosis tendrían que transcurrir 20.000 años para que estadísticamente pudiera “volver a ver” otra. Sin embargo un residente de Pediatría en 4 años puede llegar a ver un par de casos y así con otras patologías raras. Quiero decir con esto que el residente aprende aceleradamente y su vida es una inmersión total en la medicina.
El sistema MIR es duro, entrar en medicina es duro, hacer la residencia es duro pero es maravilloso ser médico, ser pediatra y esa vocación y esa determinación es la que hace que estos jóvenes lleguen a ser unos buenos clínicos. La medicina es tan grande que la única medida que tiene es la de nuestra capacidad de entrega a los demás, así lo aseguraba Rita Levi Montalcini, premio Nobel de fisiología-medicina (por su descubrimiento de los factores de crecimiento) que seguía trabajando a los ochenta y tantos años (murió a los 102).
El médico lo es para siempre, es una marca indeleble que le hace conducirse siempre como tal; aunque se haya jubilado de su trabajo, seguirá interesándose por los descubrimientos, por la evolución de la medicina e intentará mantenerse al día en algunos de los temas de su gusto o especialidad.
El residente cuando comienza su especialidad tiene que estar presente en todo aquello que ocurre en cada momento, sus compañeros más expertos lo conducen hacia retos cada vez mayores, el entrenamiento diario es clave, ver mucho, escuchar a los que saben e ir de lo sencillo a lo difícil. Hoy hay sistemas de entrenamiento p.ej. para medidas de reanimación (RCP) que se pueden hacer con modelos casi perfectos, pueden plantearse problemas al residente de modo que él tiene que decidir qué hacer en una situación límite, con estos procedimientos se aprende sin riesgo para las personas.
En las guardias y en la planta o consulta siempre hay supervisión por un staf aunque el residente debe hacer su propia reflexión y no tener solo una conducta de “seguidismo” es así como los errores se subsanan y se aprende de verdad.
Claro que uno se enfrentas en ocasiones con situaciones en las que tiene que reaccionar aunque no tenga experiencia previa. A todos nos sucedió alguna vez aquello para lo que no nos creíamos preparados: una parada cardio-respirtatoria ahí al lado, tú estás solo… Hay un momento en que tu cuerpo parece hincharse, tu cerebro bloquearse pero solo un instante, es el choque adrenalínico que precede a la toma de decisión que en segundos ya está clara. ¡cánula de intubación, una vía venosa…Ya estás en faena.
Los residentes son, no lo olvidemos, médicos licenciados que han aprobado un examen muy exigente. Su preparación teórica es mejor que nunca y esa base es fundamental para la formación práctica ya que “no se diagnostica lo que no se conoce” pero no hay duda que esa práctica nuestros residentes la adquieren con gran solvencia, no en vano nuestra medicina sigue siendo de las mejores de Europa (aunque los que gobiernan están haciendo todo lo posible porque no sea así). La práctica es esa forma por la que el ser humano llega a distinguir lo fundamental de lo accesorio, el que discrimina entre la abundante información, el que ve claro en la penumbra de los datos y eso lo da el tiempo, la dedicación y la alerta constante para no repetir los errores. Y claro incluso la medicina no es solo eso, es una profesión que se desenvuelve entre las emociones más poderosas del ser humano: el miedo a morir, la angustia de un diagnóstico incierto, la pena por la pérdida de un ser querido. Nuestro trabajo no solo consiste en diagnosticar y tratar al enfermo, también tenemos que confortarlo, ser su abogado, acompañar a la familia, estar disponible y tener empatía sin que esta nos llegue a  atormentar ya que nuestra serenidad es lo que buscan nuestros pacientes y su familia. La medicina es, en definitiva, una profesión altamente ética ya que su ejercicio busca el bien, la curación y el amparo de los que sufren.

Esta pequeña aportación no tiene otra finalidad que la de tranquilizar a los pacientes que ven a un joven o una joven que “dice” ser el médico y que les parece demasiado joven para serlo. Detrás de ese “joven” hay muchos años de estudio y dedicación y además hay una cadena de profesionales que supervisan y definen las pautas a seguir, nadie trabaja hoy día en soledad como lo hacían aquellos sufridos y valerosos médicos de antaño que afrontaban toda clase de dificultades con un mínimo de medios. 
José Luis Iglesias Diz.

2 comentarios:

  1. Me parece excelente tu comentario. La gente ignora las horas de intenso trabajo mal remunerado. Guardias agotadoras sin reposo o mal entendido http://genial.guru/trabajo/el-hombre-que-subio-a-internet-una-foto-de-un-medico-durmiendo-durante-su-guardia-seguro-no-esperaba-esta-reaccion-506/ que pueden llevar a la depresión o al suicidio http://emedicine.medscape.com/article/806779-overview#aw2aab6b5

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  2. Te pido permiso para "copiar algo" en mi blog

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